domingo, 8 de mayo de 2011

Dawkins: Dios probablemente no existe

En El espejismo de Dios, Dawkins dice: “Imagine, con John Lennon, un mundo sin religión. Imagine que no hay terroristas suicidas envueltos en bombas, que no existe el 11-S…, que no hay cruzadas, caza de brujas, ni el Complot de la Pólvora, ni la partición india, ni las guerras árabes-israelíes, ni las masacres serbo-croatas-musulmanas, ni la persecución de los judíos como “asesinos de Cristo”, ni los “problemas” de Irlanda del Norte, ni las “muertes de honor”, ni telepredicadores con vestidos brillantes y cabello cardado, desplumando a sus crédulos espectadores (“Dios quiere que le des todo lo tuyo hasta que te duela”)” (Dawkins: 12). El prólogo provoca: la paz sería posible sin religión o, peor aún, ella sólo puede ser causa de violencia. El anhelo de la paz aparece como un logro improbable mientras haya religión. Pero además cabe agregar que la religión es un obstáculo para cualquier forma de progreso.
Dawkins es prolijo y no deja las cosas al azar. Emprende sus investigaciones en torno a la religión aplicando el método científico para verificar y demostrar que su tesis está bien fundada. Tanto sus documentales como sus libros (en especial El espejismo de Dios) emprenden una severa crítica que se dirige contra diferentes dimensiones de la religión: la idea de Dios, la fe, la educación religiosa, la superstición, el creacionismo y el designio inteligente. En general sostiene que “censura el sobrenaturaismo en todas sus formas” (Dawkins: 45) y en particular cuestiona a las tres grandes religiones monoteístas y su noción de Dios. Se adelanta a las críticas probables imaginando lo que podrían decir de él sus detractores: “El Dios en el que Dawkins no cree es un Dios en el que yo tampoco creo” (Dawkins: 45). Se encarga asimismo de enmendar la plana a cualquier intento conciliador ya que su crítica no atañe a una idea de Dios, sino a la idea de Dios en general, a la divinidad. Según él, “es casi seguro que no hay Dios” (Dawkins: 85). Y esto no es extraño en un autor que entiende el “darwinismo como una herramienta de mejora de la conciencia” (Dawkins: 127). Imagino que no es la única herramienta que consigue mejorar la conciencia, pero no deja de llamar la atención el enorme entusiasmo depositado en la teoría de la evolución. No es por cierto éste el lugar para desarrollar esta teoría. Frente a la respuesta creyente que descansa sobre el hecho de la creación se contrapone la selección natural de la teoría de la evolución que da una respuesta aparentemente más satisfactoria del origen de las especies. Uno se siente tentado a concluir que existe una incompatibilidad entre la religión y la ciencia, entre Dios y el universo.
A estas alturas podríamos preguntarnos si tiene o no razón Dawkins. Tiene razón en oponerse al creacionismo que no es otra cosa que el literalismo aplicado a la Escritura. Tiene razón también en reclamar una apertura del espíritu de investigación. La ciencia no sólo representa el ejercicio de un puñado de científicos. La cultura contemporánea ve y reconoce el extraordinario valor de la ciencia como ámbito que nos permite avanzar y mejorar nuestras condiciones de vida social y material. Pero algo llama la atención en su estrategia de persuasión. Creo conveniente subrayar en particular el manejo de la duda en su explicación del universo y del mundo ya que ella suele ser un instrumento para la investigación científica...

6 comentarios:

  1. estimado rafael f.hart

    buenos dias!. en roma como en muchas partes del mundo existen facultades eclesiasticas donde enseñan una filosofia preocupada por el ser, por la metafisica, no orientada a lo fenomenico. en roma hay buenas facultades como el TERESIANUM o el SERAPHICUM. que opinas de las facultades eclesiasticas y del tipo de filosofia que ahi se enseñan?

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  2. Buenas noches Over.
    No conozco muchas facultades eclesiásticas, pero imagino que debe ocurrir como en cualquier formación universitaria. Las hay mejores y las hay menos buenas. A mi manera de ver, en este tiempo en el que hay tanta información en internet, lo ideal es que un centro de estudios forme el criterio y no sólo transmita contenidos. Y para formar el criterio hace falta tener una mirada amplia de los problemas y de sus posibles soluciones.

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  3. rafael

    que mistico o mistica ha escrito algo sobre el EROS O LA BELLEZA? o se ha relacionado con la divinidad a traves de la belleza?

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  4. padre, cuando intento orar no me salen palabras, no puedo orar, siempre termino repitiendo frases hechas que me hacen sentir frustrado. pero si contemplo, siento a DIOS en los mas intimo de mi. es necesario saber orarle o basta con sentirlo mas alla de las palabras?

    es necesario confesarse antes de comulgar? pero si le pido perdon a dios directamente el me perdona. acaso para que cristo venga a mi vida me pone condiciones?

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  5. Estimado Isaías:
    Hay muchos místicos que han desarrollado el vínculo de la experiencia mística con la belleza. Eso, incluida la poesía de muchos de ellos. Ahora bien, como autores que hayan tematizado el asunto se me ocurre Platón, Plotino. También podría leer un librito muy bueno A la espera de Dios de Simone Weil. Ella trata el tema. Cordialmente,
    Rafael

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  6. Estimado Rama-vida:
    No hay UNA forma de orar, hay muchas y lo fundamental es que cada uno encuentre a través de la práctica cuál es la forma que mejor se adapta para ponerse en relación con Dios. Muchas veces en efecto callarse y sentir a Dios en uno es una excelente oración. Callarse, sentirlo y agradecer la presencia. Con eso basta. Ahora bien repetir una frase como jaculatoria también es una bella forma de orar. Podría usted mismo hacer una jaculatoria que lo represente y repetirla a lo largo de su oración. Para orar conviene establecer etapas: introducción (con una petición o acción de gracias), un ejercicio (jaculatoria, silencio contemplativo, meditación, contemplación, etc), cierre de la oración (por ejemplo un diálogo con Jesús o con el Padre para expresarle lo vivido).
    Por otro lado, no es necesario confesarse cada vez que se va a comulgar. Lo que pide la Iglesia es estar en estado de gracia sabiendo que hay ciertas limitaciones (comúnmente pecados menores) que iremos venciendo a medida que crecen nuestros recursos humanos y espirituales. Confesarse directamente con Dios no es lo mismo. Nuestra Iglesia cree en el lenguaje, es decir en todo lo que se constituye en una mediación para enraizarse en una comunidad, de allí la relevancia de la confesión. El riesgo de confesarse en lo inmediato de la relación con Dios es que uno termine aislándose de la comunidad. En resumen, no tiene que confesarse todo el tiempo (la Iglesia anima a confesarse, pero exige el mínimo de una vez al año), a menos que considere que hay materia grave.
    Cordialmente,
    Rafael

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